LA SOLIDARIDAD CON “LOS NADIES”, LOS NIÑOS DE LA MISERIA DEL PATIO TRASERO LATINOAMERICANO/ESTADOUNIDENSE/YANQUI.
MAYO 1948: “YO HE VISTO DORMIR AL NIÑO INDIGENA, MULATO, CAMPESINO, AFROAMERICANO Y AL MESTIZO RESOBANDOSE CONTRA EL PELLEJO DEL PERRO QUE LES ABRIGA, HAMBREADOS DESDE EL VIENTRE MATERNO, MIRANDO CON LOS OJOS OPACOS POR EL HAMBRE, A LO LARGO DEL PACIFICO, ATLANTICO Y CARIBE, ¿NO CREEN USTEDES QUE ES HORA DE QUE NOS PONGAMOS A CANCELAR LA VIEJA DEUDA QUE TENEMOS CON ELLOS?”.
Hoy, Junio/2023, la Profesora Elsa M. Bruzzone/Cemida1/Buenos Aires, Argentina: Nos hizo llegar su solidaridad con “Los nadies”:
“LOS NADIES “, LOS NIÑOS ARGENTINOS DE LA MISERIA: ¿ QUIEN LOS CONDENÓ?. SEGÚN LOS DERECHOS DEL NIÑO NACEN LIBRES E IGUALES. NADIE PUEDE SER, IMPIDIENDO QUE OTROS SEAN. EL PAPA FRANCISCO, “TENER MASCOTAS EN LUGAR DE NIÑOS NOS QUITA NUESTRA HUMANIDAD”
Comparto plenamente sus reflexiones. Como Argentina ver a la niñez de mi Patria como la veo es un dolor enorme. Mientras exista el capitalismo y quienes le sirven la situación no sólo no cambiará si no que se agravará. Hace unos años una frase que me dejó marcada. La misma decía que el grado de humanidad de una sociedad se refleja en cómo trata a sus ciudadanos privados de libertad. A eso yo le agregué y le agrego a su niñez y a sus adultos mayores. En función de ello puedo asegurarle que la «clase política» argentina carece totalmente de humanidad al igual que una parte considerable de la sociedad. Pero seguimos luchando por la fe que nos empecina. Fraternalmente
Prof. Elsa M. Bruzzone
LA MAESTRA GABRIELA MISTRAL, LOS NIÑOS Y LA JUVENTUD
“ENTRE LAS RAZONES POR LAS CUALES YO NO AMO LAS CIUDADES, SON VARIAS, SE HAYA ÉSTA: LA MUY VIL INFANCIA QUE LES REGALAN A LOS NIÑOS, LA PAUPÉRRIMA, LA DESABRIDA Y TAMBIEN LA CANALLESCA INFANCIA QUE EN ELLAS TIENEN MUCHÍSIMAS DE ÉSTAS ADORABLES CRIATURAS”.
La profesora Gabriela Mistral a nombre de las Naciones Unidas hace un llamado solidario por el Niño en Mayo de 1948. Pareciera que nadie le escucho, ni le han escuchado.
Naciones Unidas son más que una asamblea y una hechura política: ellas son la yema de una conciencia universal. Y lo mejor de sus creaciones y de sus inspiraciones tal vez sea ésta, llamado solidario por el Niño, que es también el desagravio a la madre en falencia. Este es un día de unidad y, además, de reconciliación de todos nosotros en el Niño.
Nuestras discusiones partidistas hacen hoy un paro: huelgan, sobran. Porque muchas cosas podemos discutir, menos éste gran bochorno que se llama el Niño desnudo y hambriento.
El no pidió nacer y él pide sin más alegato que su pobre cuerpo que nos declara el sustento a medias, el cuarto insalubre, el mal vivir. Por primera vez vamos a dar para una criatura sin raza expresa, sin patria declarada, chiquito de cualquier parte del mundo: sudamericano, chino, alemán, italiano, polaco, judío, etc.
Y sabremos, con sorpresa de nosotros mismos, que, a pesar de los chovinismos rabiosos, el concepto de la Humanidad, como el cuerpo indivisible del Cristo libertario, está latente a mitad de nuestro espíritu, y que este “llamado solidario” lo hace subir a flor de pecho.
Muchas de las cosas que hemos menester tienen espera: ¡el Niño no! Él está haciendo ahora mismo sus huesos, criando su sangre y ensayando sus sentidos. A él no se le puede responder mañana. Él se llama ¡ahora¡. Pasados los siete años, lo que se haga será un enmendar a tercias y corregir sin curar. Estamos enfermos de muchos errores y de otras tantas culpas, pero nuestro peor delito se llama abandono de la infancia. Descuido de la fuente. Ocurre en algunos oficios que la pieza estropeada al comienzo ya no se puede rehacer. En el caso del Niño hoy es lo mismo: la enmienda tardía no salva. De este modo, nosotros estropeamos el diseño divino que él traía.
Pudiese ser que la flaqueza del cristianismo arranque de nuestra generosidad casera y regional y de la indolencia con que miramos el hambre oriental y el hambre africano y las demás.
Queremos salvarnos salvando al Niño, siempre hemos creído que la salvación podía salir de la ayuda al pariente, al rostro sabido.
Como colofón, hay derecho a la crítica, pero después de haber hecho con éxito lo que se critica
Después de éstas reflexiones de la Profesora Gabriela Mistral, a casi ocho décadas, el futuro de la Humanidad, el Niño, en nuestro desgraciado planeta, cada minuto mueren 50 niños por hambre o enfermedades curables.
Todo está dicho, pero como nadie hace caso, hay que volver a repetir.
Prof. Moreno Peralta/IWA
Secretario ejecutivo Addhee.Ong